Te encuentro.

Te encuentro dentro de un sueño,
en un rincón de mis pensamientos.
Te encuentro en un suspiro
y en mi corazón en un momento


Te encuentro sin motivos
y sin razón aparente;
en canciones, en el cielo.
En cada parte de mi mente.


Te encuentro casi sin pedirlo.
Te encuentro casi a cada instante.
Te encuentro, sobre todas las cosas,
BELLA, HERMOSA, RADIANTE.

Igual al despertar

Entre tu y yo tambien hay una historia; toda llena de sonrisas, de viajes, de entrega y todo eso que somos los dos. Hay una vida que compartimos y que no podremos olvidar.

Pero existe a la par otra historia, una que nunca contamos.  ¿La recuerdas? ¿No? Es que en realidad no paso. La soñamos quizás, la deseamos también. Pero en realidad no nos paso. En algún punto nos desviamos y vivimos una vida real que no debimos vivir, la fantasía esa mentira patente que nos llegamos a contar, que llegamos a desear, esa debió ser.

Se que debió ser, porque ahora es obvio que seriamos felices. Y sin menospreciar a esta vida y a los participantes de ese juego que ayer llamamos amor y hoy llamamos dolor. Digamos que en la carrera correcta le apostamos al caballo perdedor. Y al final quedamos tu en tu soledad yo en la distancia queriéndonos mucho y entendiendo que ya no puede ser eso que pudo, y en realidad debió pasar.

Yo si lo considero, me pregunto y pienso: ... igual al despertar nos encontramos en esa realidad que no fue.