Powered By Blogger

miércoles, 16 de marzo de 2011

Toda una noche.

Como me gustaría tenerte para mi toda una noche.
Hacerte lo que tantas y tantas veces he pensado.
Desde el ocaso hasta el alba de caricias un derroche,
recorrer todo tu cuerpo como siempre lo he soñado.

Uno a uno contaría cada lunar de tu cuerpo,
cada mancha, cada peca, nada pasare por alto.
Memorizar tu figura con mis cinco sentidos,
una tarea que con tiempo terminare en un intento.

Con mis manos tus texturas, tus formas llenan mis ojos
Tu aroma llena mi olfato y tus sabores mi boca.
Si no mencione el oído no es que le reste importancia
Con tu voz me guiaras por tu cuerpo para explorarte toda.

Tengo una duda y no sé cómo puedo resolverlo
no decido todavía cómo afrontar este reto;
si primero he de cubrirte por completo con mis besos,
o debo ir muy despacio por cada rincón de tu cuerpo.

Desnudarte será un gusto que me daré muy despacio,
observare cada espacio que te hayas destapado.
Seguiré con atención cada fino movimiento
pues serán solo tus manos las que hagan el trabajo.

Toda una noche me basta para lo que pienso hacerte
Desde el ocaso hasta el alba cada instante aprovechar
No me canso de tocarte, mirarte, ni saborearte
Y si tienes otra noche aquí te voy a esperar.

domingo, 13 de marzo de 2011

Mentiras.

Has pregonado casual que de mí ya no te acuerdas.
He repetido insistente que mi amor ya no mereces.
Hemos jugado a olvidarnos y a querer a otras personas,
rotos los juramentos creímos hacernos fuertes.

Te mientes sola al decirte que ya no extrañas mis besos,
lastimas tu corazón cuando mis caricias niegas.
Ayer cuando prometimos jamás estariamos lejos,
guardamos una ilusión, nos amábamos a ciegas.

Sabes que murió mi Dios cuando lo nuestro acababa
y hoy rezo ante el lo que tú antes orabas.
Tiempo le pido al creador. Tiempo para verte de nuevo.
Vida para volver a ser lo felices que antes éramos.

Se que pides tu también
para que nos encontremos.
Se que piensas en volver
me lo dicen tus recuerdos.


“Hace tiempo que olvide”
les juraba a mis amigos.
Mentir es mi afición
y se ha vuelto muy sencillo

Pero tu sabes de mi
como yo se de tu vida.
Y como se que me recuerdas
sabes que extraño esos días.

Sin embargo nos mentimos,
porque ha sido duro el camino
regresar no es una opción,
aunque sea lo que pedimos.

Quiza sea en otra vida
cuando te encuentre primero,
antes que cualquier mentira
que nos aparte de nuevo.

Por lo pronto en esta vida nos separan las mentiras:
las que dices para creer que ya no puedes amarme,
las que repito en mi mente con tal de poder creerte
y las que el mundo nos dijo para separarnos siempre.

sábado, 12 de marzo de 2011

Llaman a la puerta.

La última gota de pintura se deslizaba lentamente por la esquina de la pared mientras con la brocha la alcanzaba y la esparcía uniformemente. Terminé. Me senté justo ahí, junto a la puerta. Me quede un momento contemplando el trabajo terminado, el olor a pintura fresca me hipnotizaba y por el cansancio, después de un arduo día, no me quise mover ni un centímetro.

Toc- toc. Oí la puerta. Pero no tenía intención de abrir, seguramente sería el vecino con otra de sus acostumbradas cantaletas: “Estas haciendo mucho ruido”. Ni hablar, no arruinaría el momento. Toc- toc. Parecía muy insistente pero ya se iría. Toc-toc-toc-toc. Está bien si quería una pelea la iba a tener.

No esperaba que apareciera delante de mí. Hace tiempo que no esperaba mucho de ella. Antes pensaba todo el tiempo en ella, pero últimamente no. Pero ahí estaba, delante de mí. Qué bueno así podre besarla. No imaginaba el motivo que la trajo a mi casa. No importaba tampoco.

-Hola, pasa por favor- dije rápidamente.

-¡Oh! Qué bien que ya terminaste- dijo y me miro con sus ojos tan hermosos. Esos ojos que hacían que olvidara el mundo por momentos. Esos ojos que me hacían querer besarla. No quería que se quedara. Solo el tiempo que me tomara besarla. Pero su presencia me daba tranquilidad.

-Quieres un poco de té helado- Le ofrecí y camine hacia el refrigerador dándole la espalda, para escapar del encanto de su sonrisa. La besare si la veo sonreír. Aceptó y se sentó frente a la barra.

-Ahora que te vas a mudar, quise traerte un par de cosas que olvidaste en mi casa, pensé que te podían hacer falta- No deseaba nada de ella. Un beso solamente. Mucho menos que me trajera cosas que yo le regale. Prefiero que traiga su boca junto a la mía. Asentí con la cabeza sin decir nada más.

Me volví hacia ella con el vaso de té en la mano, al dar la vuelta ella se encontraba justo frente a mí. Deje caer el vaso. El tiempo se detuvo. La besare. Cerró sus ojos y acerco su rostro a mí. Vi sus labios. Voy a besarla. La mano que dejo caer el vaso ahora tocaba su mejilla, la otra rodeaba su cintura. Cerré mis ojos y toque sus labios con los míos.

Abrí los ojos. Estaba sentado mientras la última gota de pintura se deslizaba lentamente sobre la pared.

Toc-toc.

martes, 1 de marzo de 2011

Hay cosas que un necio no puede permitirse.

Es probable que no escuches mis pensamientos, pero igual te los diré. No hace falta que me mires a los ojos, no tienes que mentir con una lagrima ni fingir una sonrisa; cuando termine simplemente desaparecemos.

Hace tiempo que recuerdo lo mucho que nos prometimos y lo lejos que estábamos de entender que esas promesas eran solo deseos, deseos de permanecer unidos. Pero al fin y al cabo solo deseos. Te digo todo esto porque nunca he sabido decírselo a alguien más. Todos mis escritos tienen dueña. Cada uno es para ti. Te vi con odio, con desprecio, con ansia, con ganas, sin ganas, con esperanzas y decepcionado. Y siempre que te veía me inspirabas a decir mil cosas, buenas o malas.

Pero nunca te deje de amar. No te deje de amar porque mi corazón no sabe detenerse una vez que ha comenzado. No he dejado de querer a una sola persona que he querido en mi vida. No he dejado de querer a aquel amigo que perdí. No he dejado de querer a aquella mujer que me hizo sufrir. Y a ti, a ti no te dejare de amar.

Vivimos nuestra fantasía, tan lejos como pudimos llevarla, aunque en el fondo sabíamos que solo era un sueño que tu no cambiarias y no me cambiarias, que yo no cambiaria y no te cambiaria. No culpo a nadie, aunque lo diga. No odio a nadie, aunque lo diga. No hubiera querido terminarlo, aunque haya sido lo correcto. Solo que hago cosas que no quiero y digo cosas que no pienso, porque alguien debe ser coherente y actuar de manera en la que dicta su conciencia y esa no ibas a ser tu. El tiempo ha dictado sentencia y no sé quien ha resultado más culpable, de corazón espero que a ti te haya perdonado si es que has pedido perdón, es probable que por eso a mí no me perdone.

Me persigue tu recuerdo a diario, en sueños. Y es aun más terrible porque apenas despierto es cuando empiezo a soñar. Ya no sé si es a ti, o a esa persona que quería que fueras, ya no sé si es a ti o a cualquiera que me demuestre un poco de cariño. Porque solo eso supiste darme, un poco. Y un poco era mucho, cuan mal estaba yo. Quizá tan mal como tú. Mira que elegirme a mí. No hay un solo detalle en todo lo que he dicho o escrito en algún momento que no sea cierto, todas las cosas son ciertas en su justa medida, buenas o malas. Exageradas o minimizadas.

Temo que para mi tú has sido cielo e infierno. No supe manejarme al final, pero ¿quien hubiera podido? Yo estaba preparado para todo excepto para ti. Creía estarlo. Fui soberbio. Probablemente tu Dios trato de darme una lección de humildad; y hacerme ver lo lejos que estoy de entender el porqué de las cosas. Y es que aun no entiendo el porqué de ti. También es probable que nada sea tan importante y que sea solo un triste rompimiento como tantos otros, con promesas incumplidas y un hombre que no supo hacer valer su palabra ante una mujer que no supo hacer valer su amor. Pero como dije no estaba preparado. Mi vida se ha llenado de experiencias que no me pertenecen, he aprendido, no sé cómo, en los zapatos de los demás. He vivido mi cuota y he aprendido mucho más de lo que a mi edad cualquiera puede saber. Puede ser un don, como dicen mis amigos o a los pocos (o muchos) que he ayudado de alguna manera. Para mi es solo un talento que no me genera nada productivo para mí. No me hace ganar dinero, no me consigue un buen empleo, no me ayuda a conquistar mujeres. Solo me prepara, pero no para ti. Para lo más importante del mundo nunca supo prepararme, y nunca pude lidiar contigo, y creía que sí. Pero no, no estábamos a la altura, pudo más el mundo, la distancia, la fe, tus padres, mi falta de empleo, tu falta de ganas, mi falta de paciencia y el exceso de problemas. Para cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, que no había estado preparado, ya había terminado todo.

Si leíste hasta aquí te agradezco, habrás descifrado un poco de mí, habrás entendido que no te odio, que aun te amo. Que si bien es cierto que no deseo tu fracaso en el mundo, tampoco deseo tu éxito sin mi, pero cuando triunfes en tu vida ten por seguro que mi corazón estará tranquilo y sonreiré por ti donde nadie vea lo feliz que aun me haces. Hay cosas que un necio no puede permitirse.