Han quedado quietos los recuerdos. Se ha apagado ya la ultima estrella. He perdido el rastro de tus pasos y la brisa ya no tiene tu aroma. El viento no dice mas tu nombre, ya no lo repito en silencio. Y sin embargo no ha muerto, suave late en mi pecho; y sin embargo no olvido. Y aunque murió la estrella, levanto la vista y veo, de pronto... parpadea.
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