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sábado, 23 de octubre de 2010

En el cuaderno de 1er Semestre.

Impaciente, desesperado, Alberto estaba recargado a un lado del carro como si esperara que la luna le hablara. Dio un suspiro muy hondo, levanto la cara y cerro los ojos... Escuchó unos pasos y volvió la mirada para ver de donde provenían. Ahí estaba. La sopresa dio paso a la emoción, no sintió cuando sus pies lo llevaron hasta ella.

Cuando lo vio recargado en su carro, le extrañó que estuviera fuera tan tarde pero agradeció verlo despierto. Estuvo a punto de darla vuelta e irse sin ser reconocida pero Alberto ya la habia visto e iba hacia ella, era tarde para irse pero eso ya no le importo. Se sintio nerviosa, ¿que le diría?, seguro preguntaria que hacia ahí a esa hora. ¿Como decirle que tan solo quería verlo?

Cuando llego hasta ella la vio a los ojos, quería preguntarle "¿que haces aqui?", pero solo pudo acercase y mirarla... besarla. Realmente no le importaba que hacia ahí, se alegraba de verla. La abrazo con fuerza, se separo al instante, bajo la cara y se disculpó. Volvió a levantar la vista y al ver sus ojos otra vez se perdio en ellos. Su corazon latia con fuerza, le parecía que incluso ella podia oirlo, seguramente si, ella sonrió. La volvio a besar, esta vez fue ella quien lo abrazo y de pronto se olvidaron del mundo.

El aire helado toco su rostro y abrió los ojos, seguía recargado en su carro. La calle estaba vacia y en aquella esquina habia una pareja besandose. Fue un sueño, A pesar de la chamarra de lana sintio mucho frio. La pareja cruzo la calle y desaparecio en la obscuridad. Alberto apago el cigarrillo y entro a su casa.

1 comentario:

  1. solo falto poner la marca de los cigarros...y al cantante que inspira con sus letras..

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